Carbonero común

Un día se me ocurrió construir esta caja nido como quien no quiere la cosa, y en un plazo breve ya estaba ocupada por una pareja de carboneros.

Después de idas y venidas continuas y del posterior incubamiento, se empezaban a oír los chirridos que emitían los polluelos a la entrada de los progenitores con comida en el pico, para llamar la atención y ser los primeros en engullir.

Después de unas tres semanas desde que eclosionaron los huevos más o menos puesto que no abrí la caja, de
 repente dejé de oír  piar coincidiendo con unos días de fuerte bochorno, me esperaba lo peor, entonces fue cuando abrí la caja y sorpresa me habían abandonado sin pedir permiso, de lo cual me alegre pues por un momento pensé que se  habían muerto todos.

Faltaron unos cinco días, yo creo que más o menos el tiempo que tardan en empezar a volar, ocultos entre las zarzas y seguramente instigados por la presencia de los arrendajos que frecuentan por aquí.

Pero al final aquí están, son entre cuatro y cinco no estoy seguro porque no paran quietos y siempre me dejan con la duda. Esta foto para mí es la que más me gusta de la serie.

Son alimentados por el macho y la hembra.

Bueno espero que hayáis disfrutado de la serie. Un saludo.